La eterna lucha femenina por espacios en los medios de comunicación
![una mujer](https://static.wixstatic.com/media/5269e9_9038dd31afe94b7c8cae2f68cac81458~mv2.jpg/v1/fill/w_980,h_551,al_c,q_85,usm_0.66_1.00_0.01,enc_auto/5269e9_9038dd31afe94b7c8cae2f68cac81458~mv2.jpg)
Todas las cosas que nos arrebatan, las cosas por las que tenemos que luchar, las mismas cosas que ellos nunca tuvieron que pedir.
Las oportunidades, todas las veces que escuchamos un “lo siento pero estamos en busqueda de un hombre porque es más bueno para cubrir las noticias de deportes” o “no podemos contratarte de fotógrafa en nuestra agencia porque lamentablemente uno de nuestros clientes más importantes tiende a acosar a nuestras compañeras, como no podemos ni queremos perderlo, preferimos ajustarnos a su falta de respeto”, esas cosas que ellos nunca escucharon.
Llevamos años, siglos, luchas enteras para exigir los derechos básicos, poder votar, poder estudiar, poder ejercer.
Muchas de esas cosas cambiaron con el pasar del tiempo, y hoy, en el siglo 21, aun nos enfrentamos a estas políticas donde debemos seguir trabajando tres veces más para poder llegar, preguntándonos, como dijo Taylor Swift, si llegaríamos más rápido si fuéramos hombres.
Tengo una larga lista de trabajos que realicé desde que tenia 18 años, mi papá siempre me decía que debía apurarme. Era como si tuviera una urgencia de algo, pero no sabia de que, simplemente debía correr.
Apenas cumplí los 18, papá me incito a conseguir un trabajo que fuera de la mano con lo que estudiaba, toda la universidad tuve diferentes empleos, en la mayoría no me pagaban decentemente y había otros en los que ni siquiera me pagaban, pero mi papá siempre me dijo que mientras aprendía, debía invertirle.
Esto me sirvió en muchas cosas, como el tener un amplio curriculum, pero también me expuso a muchas otras del mundo laboral que tuve que enfrentar sola, como el acoso.
Acoso laboral dentro del mundo laboral
Tuve un jefe que usaba cualquier mínima excusa para abrazarme, me tomaba por la cintura cuando me acercaba a dejarle su café en su escritorio y me daba un húmedo, sucio y asqueroso beso en la mejilla. Nunca me he sentido más intimidada en la vida como cuando tenia 20.
También tuve 21, y tuve 22, y 23, y en todas esas edades conocí una nueva desigualdad, una nueva humillación laboral.
Al final, se logro el cometido, pase por alrededor de 9 empresas distintas desde mis 18 años hasta el día de hoy, empresas y negocios donde he tenido que vivir en carne propia toda la desigualdad de ser mujer y lo que eso conlleva.
Por eso hoy, a mis 25 años, he puesto cara a este problema, entendí que la única manera es al arrebatar lo que por derecho es nuestro.
Contra el cine patriarcal, la academia patriarcal, el sistema patriarcal
El cine que conocemos y que dirigen normalmente los hombres, donde las mujeres artistas apenas tenemos un pequeño espacio, un espacio que nos hemos tenido que abrir solas, hoy agradezco a todas nuestras antecesoras que nos marcaron el camino, para que nosotras, poco a poco, tomemos nuestro lugar.
Tantas niñas detrás de nosotras que también sueñan con estar en producción, cargar una cámara, editar, diseñar, crear, ¡dirigir!
A todas esas niñas que sueñan de la misma forma que alguna vez nosotras lo hicimos. A las futuras artistas que caminan a nuestro lado, por ellas, por nosotras y por todas las mujeres audiovisuales.
¡Este es nuestro camino que labraron con el sudor de su frente nuestras antepasadas! Tomemos nuestros espacios, hagamos crecer los proyectos de nuestras hermanas, hagamos comunidad.
Este es nuestro momento.
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